Frida Kahlo pintando La mesa herida, Bernard Silberstein, 1940. (Grandes Artistas Latinoamericanos. Colección Fensa, Centro Cultural La Moneda). #ApuntesyViajes #PostalesdeViaje 🗺📷 #ApuntesChile #ApuntesSantiago 📝 🇨🇱 #ACBV #ChileanTravelBloggers 🌎✌🏼 pic.twitter.com/eR20g5Atxh— Apuntes y Viajes 📝📷 (@apuntesyviajes) 26 de julio de 2018
lunes, 30 de julio de 2018
Frida Kahlo pintando
sábado, 28 de julio de 2018
La Ciudad Vieja
La Ciudad Vieja es el sector donde se emplazó Praga originalmente, allá por el siglo IX. Este es uno de los lugares más bellos y visitados de la ciudad. Aquí se encuentran la Plaza Vieja y el Reloj Astronómico.
sábado, 21 de julio de 2018
¡Estambul al fin!
Tras un largo viaje desde Praga con escala en París, finalmente llegué a Estambul. Siguiendo al pie de la letra las instrucciones de Carolina Apara, apenas me bajé del avión (En el aeropuerto Atartuk Havalimani) compré mi Kullanimlik Pass y me fui en metro hasta la parada de tranvía. Tomé la línea en dirección al centro de la ciudad y me bajé en Sultanahmet. Me puse a revisar el mapa del paradero, giré la vista y me encontré con la hermosa figura de la Mezquita Azul. ¡Estaba en Estambul! ¡Era como un sueño!
viernes, 20 de julio de 2018
Los pelícanos
Los pelícanos #Horcón 🌊#ApuntesyViajes #PostalesdeViaje 📝📷 #ACBV #ChileanTravelBloggers 🌎✌🏼 pic.twitter.com/7hPmkTXSQs— Apuntes y Viajes 📝📷 (@apuntesyviajes) 19 de julio de 2018
Tierra de Hadas
Tierra de hadas #Horcón #Chile 🧚🏻♀️🇨🇱 #ApuntesyViajes #PostalesdeViaje 📝📷 #ACBV #ChileanTravelBloggers 🌎✌🏼 pic.twitter.com/dUaVQhwlxG— Apuntes y Viajes 📝📷 (@apuntesyviajes) 19 de julio de 2018
Casas de Horcón
Las casas #Horcón 🏡#ApuntesyViajes #PostalesdeViaje 📝📷 #ACBV #ChileanTravelBloggers 🌎✌🏼 pic.twitter.com/r8WKIEgjQ0— Apuntes y Viajes 📝📷 (@apuntesyviajes) 20 de julio de 2018
jueves, 19 de julio de 2018
Cafés de Valparaíso
Para estos días de invierno nada mejor que un café para pasar el frío. Valparaíso cuenta con una variada oferta de locales. Acá les dejo algunos de mis favoritos.
Valparaíso Profundo
Valparaíso Profundo es un agradable café teatro ubicado en el pasaje Fischer del cerro Concepción. Su decoración te hace sentir dentro de un escenario algo surrealista. El ambiente es relajado y sus tés muy sabrosos.
miércoles, 18 de julio de 2018
Mujeres viajeras, mujeres solidarias
Hace casi dos años conocí a Gloria Apara a través de Twitter. La invité a que presentara su historia como bloguera de viajes en el Taller de Periodismo que realizo en el colegio Leonardo Murialdo y accedió gustosa. No solo contó su experiencia personal, también le trajo una libreta a cada uno de los niños y respondió todas sus preguntas.
lunes, 16 de julio de 2018
Tomar un trole e ir a dar la vuelta al mundo
Tomar un trole e ir a dar la vuelta al mundo 🌎🚎#ApuntesyViajes #PostalesCotidianas 🗺📷 #ACBV #ChileanTravelBloggers 🌎✌🏼 pic.twitter.com/XkJ5x6YZ1H— Apuntes y Viajes 📝📷 (@apuntesyviajes) 12 de julio de 2018
Buenos días, guapa
“Buenos días, guapa” es una bella e interesante aproximación a la vida cotidiana de las mujeres en la RDA. Con un relato cercano a la crónica muestra un mundo controlado por hombres y donde las mujeres deben luchar por ganar espacios de libertad y romper con los estereotipos. pic.twitter.com/IrNoFUwnfo— Apuntes y Viajes 📝📷 (@apuntesyviajes) 15 de julio de 2018
Saltos de Petrohué
Saltos de Petrohué #Chile 🌳🇨🇱 #ApuntesyViajes #PostalesdeViaje 🗺📷 #ACBV #ChileanTravelBloggers 🌎✌🏼 pic.twitter.com/kWoanfKNaR— Apuntes y Viajes 📝📷 (@apuntesyviajes) 15 de julio de 2018
Viaja, crea, pinta
“Viaja, crea, pinta” (Barrio Puerto) #Valparaíso #Chile 🚎🇨🇱 #ApuntesyViajes #PostalesCotidianas 📝📷 #ACBV #ChileanTravelBloggers 🌎✌🏼 pic.twitter.com/jmnObiRD1M— Apuntes y Viajes 📝📷 (@apuntesyviajes) 16 de julio de 2018
domingo, 15 de julio de 2018
Catedral de San Vito
La Catedral de San Vito forma parte del Castillo de Praga. Fue construida en el siglo XIV y es la mayor muestra de arte gótico de la ciudad. En ella fueron coronados todos los reyes de Bohemia, una de las tres regiones históricas que dan forma a la República Checa. Sirve al culto católico, aunque la mayoría de los checos se declara ateo.
sábado, 14 de julio de 2018
Praga / Crónicas
Mi llegada a Praga
Tras casi un día y medio de viaje desde Santiago, finalmente llegué a Praga. En el camino quedó mi mochila, las preocupaciones y los placeres de la vida cotidiana en Valparaíso. Se fue abriendo el universo del viaje con todo ese tiempo distinto, cargado de presente y experiencias nuevas.
Un vistazo a la Ciudad Vieja y a dormir
Con más de 36 horas de viaje en el cuerpo y sin equipaje llegué a Praga. Luego de descansar un poco en la habitación del hotel tomé un tranvía hasta Václavské Námestí. Partí caminando hacia la Plaza Vieja, pero al par de cuadras presentí que no iba bien. Volví al punto de partida y busqué una calle que tuviera mayor presencia de gente circulando. Llegué a la altura de la Plaza Wenceslao, y continué por ahí.
El puente de las 30 estatuas
Le pregunté a la recepcionista del hotel cómo llegar al Puente Carlos. “Tomas el tranvía 9 y te bajas en ocho paraderos más”. Le compré dos pases de 30 minutos para el tranvía (24 coronas checas) y cambié 50 euros (Por 1.200 coronas checas).
Del Puente Carlos a la Iglesia San Nicolás
Tomé el tranvía hasta un par de cuadras antes del puente Carlos. La mañana estaba nublada y corría un viento helado por la rivera del Moldava. A pesar del frío, caminé a paso lento disfrutando de la vista al río y el omnipresente castillo de Praga.
Una vuelta por el Castillo de Praga
Salí del bar en Malá Strana y me encaminé a la calle Neruda, en honor de un poeta checo que si no me equivoco fue el que tomó como referencia Neftalí Reyes al momento de crear su seudónimo: Pablo Neruda. La calle era bella y con muchas tiendas de joyas, juguetes tradicionales y recuerdos. Me encantaron unos bellos pozavasos de Alfons Mucha y una reproducción en metal del tranvía de Praga. Evité la tentación de comprar algo y seguí subiendo hasta que llegué a una curva que llevaba al Castillo.
Divagaciones vitales por las calles de Praga
Aquella mañana regresé al Puente Carlos más temprano que el día anterior esperando encontrar menos turistas y lo logré. El puente estaba con poca gente. Volví a atravesarlo deteniéndome en sus figuras sufridas y enormes. Arriba mío volaban algunas gaviotas. El viento helado me golpeaba el rostro y el sol se asomaba a ratos.
Entre las ciudades Nueva y Vieja: Praga bajo el sol
Aquella mañana decidí despertar más tarde. Salí del hotel a eso de las 10 de la mañana y me dirigí a la plaza Wenseslao.
Luego de tres días de recorrer Praga a plena luz, llegó el momento de salir de noche. La República Checa es conocida por su afición a la cerveza, así que dormí una siesta y salí a comprobarlo por mí mismo.
Remedos de otros tiempos: Biblioteca barroca y torre astronómica
Mi último día en Praga desperté tarde y con resaca. Me levanté para desayunar y me volví a acostar. Descansé hasta pasado el medio día, me levanté y tomé nuevamente el tranvía hasta la altura del Puente Carlos. Esta vez mi objetivo era visitar el Klementinum y su Biblioteca Barroca. Luego de dar un par de vueltas de más fui a dar con la que fuera una universidad jesuita hace años atrás y donde actualmente se ubica una gran biblioteca.
Adiós Praga
Mis seis días en Praga pasaron muy rápido y fueron reconfortantes. Descubrí una ciudad hermosa, llena de recovecos mágicos: castillos, torres, puentes con figuras misteriosas, alquimistas, biblioteca barroca y torre astronómica.
Tras casi un día y medio de viaje desde Santiago, finalmente llegué a Praga. En el camino quedó mi mochila, las preocupaciones y los placeres de la vida cotidiana en Valparaíso. Se fue abriendo el universo del viaje con todo ese tiempo distinto, cargado de presente y experiencias nuevas.
Un vistazo a la Ciudad Vieja y a dormir
Con más de 36 horas de viaje en el cuerpo y sin equipaje llegué a Praga. Luego de descansar un poco en la habitación del hotel tomé un tranvía hasta Václavské Námestí. Partí caminando hacia la Plaza Vieja, pero al par de cuadras presentí que no iba bien. Volví al punto de partida y busqué una calle que tuviera mayor presencia de gente circulando. Llegué a la altura de la Plaza Wenceslao, y continué por ahí.
El puente de las 30 estatuas
Le pregunté a la recepcionista del hotel cómo llegar al Puente Carlos. “Tomas el tranvía 9 y te bajas en ocho paraderos más”. Le compré dos pases de 30 minutos para el tranvía (24 coronas checas) y cambié 50 euros (Por 1.200 coronas checas).
Del Puente Carlos a la Iglesia San Nicolás
Tomé el tranvía hasta un par de cuadras antes del puente Carlos. La mañana estaba nublada y corría un viento helado por la rivera del Moldava. A pesar del frío, caminé a paso lento disfrutando de la vista al río y el omnipresente castillo de Praga.
Una vuelta por el Castillo de Praga
Salí del bar en Malá Strana y me encaminé a la calle Neruda, en honor de un poeta checo que si no me equivoco fue el que tomó como referencia Neftalí Reyes al momento de crear su seudónimo: Pablo Neruda. La calle era bella y con muchas tiendas de joyas, juguetes tradicionales y recuerdos. Me encantaron unos bellos pozavasos de Alfons Mucha y una reproducción en metal del tranvía de Praga. Evité la tentación de comprar algo y seguí subiendo hasta que llegué a una curva que llevaba al Castillo.
Divagaciones vitales por las calles de Praga
Aquella mañana regresé al Puente Carlos más temprano que el día anterior esperando encontrar menos turistas y lo logré. El puente estaba con poca gente. Volví a atravesarlo deteniéndome en sus figuras sufridas y enormes. Arriba mío volaban algunas gaviotas. El viento helado me golpeaba el rostro y el sol se asomaba a ratos.
Entre las ciudades Nueva y Vieja: Praga bajo el sol
Aquella mañana decidí despertar más tarde. Salí del hotel a eso de las 10 de la mañana y me dirigí a la plaza Wenseslao.
Luego de tres días de recorrer Praga a plena luz, llegó el momento de salir de noche. La República Checa es conocida por su afición a la cerveza, así que dormí una siesta y salí a comprobarlo por mí mismo.
Remedos de otros tiempos: Biblioteca barroca y torre astronómica
Mi último día en Praga desperté tarde y con resaca. Me levanté para desayunar y me volví a acostar. Descansé hasta pasado el medio día, me levanté y tomé nuevamente el tranvía hasta la altura del Puente Carlos. Esta vez mi objetivo era visitar el Klementinum y su Biblioteca Barroca. Luego de dar un par de vueltas de más fui a dar con la que fuera una universidad jesuita hace años atrás y donde actualmente se ubica una gran biblioteca.
Adiós Praga
Mis seis días en Praga pasaron muy rápido y fueron reconfortantes. Descubrí una ciudad hermosa, llena de recovecos mágicos: castillos, torres, puentes con figuras misteriosas, alquimistas, biblioteca barroca y torre astronómica.
domingo, 8 de julio de 2018
Trolebuses y ascensores
Y sí. Existen dos medios de transporte público en los que da gusto viajar después de una jornada de trabajo y solo están en Valparaíso: Trolebuses y ascensores.
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