Las casas de Neruda son una inspiración. En ellas encuentro una forma alegórica de ver la vida, llena de detalles mágicos y evocadores. Son una invitación a celebrar la existencia por medio del juego, la arquitectura, el entorno y la decoración. Pablo Neruda compró la casa de Isla Negra en 1938 a un marino español llamado Eladio Sobrino. El poeta amplió la casa dándole forma de barco, con techos bajos, piso de madera y pasillos estrechos.
La casa de Isla Negra es una de los tres hogares que tuvo Pablo Neruda en Chile. Se ubica en la comuna del Quisco y es un imperdible si visitas el Litoral Central. Campanas, botes, mascarones de proa, globos terráqueos y anclas. Todo evoca sueños y viajes en la casa del poeta. Todo invita a viajar y vivir.
Hernán Castro Dávila
Valparaíso, Chile
15 de agosto del 2018
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