lunes, 5 de enero de 2015

Un día de playa

Playa de Patong
Playa de Patong
Altas temperaturas, arenas blancas y mar de color turquesa. Nuestro viaje se aproximaba al fin e iniciábamos nuestra etapa de descanso. Atrás quedaron Bangkok, Chiang Mai, Luang Prabang, Hanoi, Halong y Siem Reap. Al fin llegamos a las playas del Sur de Tailandia.

Playa de Patong
Playa de Patong
Ya conocíamos la noche de Patong. Al día siguiente nos despertamos a las siete de la mañana y a las nueve ya estábamos tendidos en la playa. No nos movimos de ahí hasta las siete de la tarde. Nuestro día consistió en dormitar , bañarnos y comer algunos de los bocadillos que ofrecían los vendedores ambulantes. No faltó el agua ni la cerveza para beber.
Playa de Patong
Atardecer en la Playa de Patong
Estuvimos en la playa desde muy temprano hasta el atardecer. Vimos subir y bajar la marea. A los viejos por la mañana, las familias al medio día y a los más jóvenes por la tarde. En casi tres kilómetros de playa, las reposeras y los quitasoles eran los objetos que más se reiteraban.

El día se nos pasó entre siestas y baños. El mar estaba tibio. Uno podía pasar horas dentro del agua. Los dedos se arrugaban y nunca era suficiente. Detrás nuestro se alzaban palmeras, los puestos ofrecían frutas y cervezas. Estábamos a un paso del paraíso.