viernes, 2 de enero de 2015

Patong, la ciudad del pecado

Happy Night Bar
Happy Night Bar
Llegamos de noche a la Isla de Phuket. Tras casi una hora de viaje en vehículo desde el aeropuerto, llegamos al Gip Guesthouse, nos dimos una ducha y salimos por algo de comida.

Fuimos hasta una cocinería por la avenida principal y cenamos un pad thai de camarones con una cerveza. De a poco me volvió el alma al cuerpo. Cuando regresamos nos asomamos a un local donde se veían mujeres bailando el caño. Phuket tiene fama de ser una isla desenfrenada, en especial la ciudad de Patong. Entramos a ver de qué se trataba el asunto.
Patong, Phuket
Patong, Phuket
Una gran bola de espejos daba vuelta sobre la pista de baile. Alrededor habían varias mesas con hombres y mujeres bebiendo cócteles preparados. Las luces de colores y la música tecno daban la impresión de una discoteque. Salvo que había una gran tarima con alrededor de diez mujeres bailando en traje de baño.
Patong, Phuket
Patong, Phuket
Pronto el ambiente se encendió y todos se pusieron a bailar en la pista central, mientras las chicas hacían lo suyo desde la tarima. Tras bailar un rato salimos del local y enfilamos por una calle con un gran cartel luminoso que anunciaba "Patón Beach". De ahí en adelante sí estaba la perdición, por llamarlo de algún modo. De todos lados salían vendedores que ofrecían  ver espectáculos de chicas o el famoso ping pong show
Pink
Pink
Desde las vitrinas de los bares y sobre las barras se podía ver mujeres y lady boys bailando con muy poca ropa. El ambiente era frenético: música y luces por todos lados, vendedores con carteles ofreciendo promociones y espectáculos; y gente, mucha gente caminando, bebiendo y riendo a carcajadas.
Lucky Bar
Lucky Bar
Finalmente encontramos un bar con cervezas a 80 bats y ahí nos acomodamos para ver el espectáculo delirante que pasaba delante de nuestros ojos: hombres de edad coqueteando con jóvenes tailandesas, japoneses sacándose fotografías, hombres jóvenes y eufóricos circulando en todas direcciones, lady boys sacándose fotografías con los turistas, mientras al fondo las mujeres y los hombres seguían contoneándose sobre barras y tarimas.