Mi primer día en Cusco el atardecer me pilló caminando por las calles del barrio de San Blas, subiendo a paso lento por estrechos escalones de piedra. Al voltear me encontré con la ciudad teñida de azul, salpicada de ampolletas amarillas y envuelta de un aire fresco que invitaba a respirar profundo y observar.
Hernán Castro Dávila
Valparaíso, Chile
12 de agosto de 2015
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