Valparaíso vive de noche. Cuando las cortinas de los bancos descansan y los supermercados están cerrados, los habitantes de las calles porteñas cambian. Desaparecen los puestos de frutas y hacen su entrada los carros de comida rápida.
Por las calles circulan grupos en todas las direcciones. Algunos se detienen y fuman en alguna esquina, otros conversan distraídamente o se trasladan directo a algún bar o discoteque. Predominan los jóvenes, pero la noche no discrimina por edad.
Los sectores que más frecuento son los alrededores de la Plaza Aníbal Pinto y el barrio puerto.
Una de las mayores gracias de Valparaíso es que hay locales para todos los gustos. En menos de tres cuadras a la redonda de la Plaza Aníbal Pinto, puedes disfrutar de un grupo sexagenario de tango (Cinzano), exponentes locales de la trova chilena (El Gato en la Ventana, La Trova, Pajarito) o algún grupo de música chilena, anglo o cubana en un espacio ambientado con fachadas porteñas y rostros de la cultura latinoamericana (La Piedra Feliz).
En el mismo radio puedes comer una deliciosa tablas de queso y carne acompañado de una copa de vino (Kábala), empanadas fritas (Mi Kasa), una chorrillana (Cinzano, J. Cruz), un completo gigante (Sibarítico) o las tradicionales calugas de pescado (Dominó).
Para bailar, puedes optar entre una disco con música ochentera (La Máscara), pistas de baile con salsa (La Piedra Feliz) o una Mega discoteque con varios ambientes de baile (El Huevo).
Si sólo quieres una cerveza en un lugar íntimo, puedes ir hasta El Canario. Ahora, si lo que deseas es poder elegir entre una gran variedad de cervezas importadas, debes ir al Irlandés.
Con tantas opciones de bares y restaurantes, usualmente es en el sector de la Plaza Aníbal Pinto donde comienza la noche.
Pero no puedes decir que estuviste en Valparaíso si no te das una vuelta nocturna por el barrio puerto.
Hasta ahí puedes llegar caminando desde la Plaza Aníbal Pinto, a través de calle Esmeralda.
En el barrio puerto puedes optar por una gran cantidad de locales, pero a mi juicio hay tres que son imperdibles: El Playa - bar de principios del siglo XX-, El Proa -picada de universitarios desde tiempos inmemoriales- y Pagano -una disco gay de fama nacional, con performance incluido-.
Si se comparan los precios de Valparaíso con su vecina Viña del Mar o Santiago, en general, son mucho más baratos. Como precaución, es recomendable salir sólo con carné de identidad y efectivo, evitar caminar solo, en especial si bebiste algunas copas de más.
Para cerrar la jornada, lo ideal es comer algún completo en alguno de los carros que abundan por la ciudad. El más típico, es el regentado por el Compañero Yuri, pintado con motivos de Ramona Parra y en cuyos parlantes quizás tengas la suerte de escuchar algún discurso de Salvador Allende. Ideal para cerrar una noche en el puerto.
