miércoles, 8 de agosto de 2012
Acrópolis
La ciudad alta o Acrópolis fue construida como un punto de resguardo ante posibles invasiones, como en otras ciudades de Grecia. Fue fortificada y sirvió como residencia al rey, siendo utilizada también como lugar de reunión para la asamblea y centro religioso.
Fue bajo el gobierno de Pericles, durante el siglo V antes de Cristo, que fueron construidos los grandes templos que todavía dominan Atenas y hacia donde nos dirigimos, luego de visitar el teatro de Dionisio.
Al levantar la mirada nos encontramos con una gran hilera de peldaños coronados por enormes columnas y paredes blancas. Estábamos ante la puerta de entrada, denominada Propileos. Mientras ascendíamos divisamos a nuestra derecha el Templo de Atenea Niké, para finalmente llegar hasta el Partenón.
La primera impresión, es que esa enorme estructura de formas clásicas es mucho más grande lo que uno se podía imaginar. La segunda, es el intento de entender cómo hace más de 2.500 años atrás, los atenienses fueron capaces no sólo de construir un edificio que marcaría a la arquitectura occidental, sino además desarrollar el pensamiento humano en áreas tan diversas como la filosofía, la historia, el drama, la escultura o las estrategias navales, entre otras.
A juicio de Kitto, se puede afirmar que "el aporte realizado por esta sola ciudad en favor de la cultura griega y europea es en verdad asombroso, y, a menos que pretendamos elevar a la categoría de arquetipos de civilización la comodidad y la destreza en el diseño de artefactos, Atenas debe ser considerada, sin discusión alguna, en el periodo comprendido desde el año 480 a 380, como la comunidad más culta forjada hasta el presente".
Más sobre Atenas: De Valparaíso a Atenas, Barrio de Plaka, Ágora de Atenas, El Templo de Hefesto, Teatro de Dionisio, Acrópolis, Puerto El Pireo.