domingo, 22 de abril de 2018

Valparaíso requiere transporte público de calidad


Cuando el interés individual se vuelve el motor de líderes empresariales y políticos, nos llenamos de acciones individuales que buscan ganancias a corto plazo (dinero por un lado, votos por el otro) y se olvidan del largo plazo y el bien común.



Comencé mi año laboral trabajando entre Playa Ancha y los cerros Larraín, Mercedes, Barón y Placeres. En mis trayecto me encontré con nuevos paraderos de micros dispuestos en distintos puntos de la ciudad.

Lo primero que uno piensa es “qué bien, al fin algo de infraestructura para los ciudadanos”. Pero si te detienes un minuto y observas que las micros paran en cualquier parte, que por las mañanas y las tardes no paran porque van llenas, que corren a toda velocidad, que los choferes no suelen tratar bien a los estudiantes y que además son ruidosas y viejas… Ya empiezas a ver los paraderos nuevos con otros ojos.

Si estos paraderos fueran parte de un plan de transporte público, podríamos esperar que tuvieran nombre e información sobre las micros que se detienen ahí (Como sucede en el Transantiago). También podríamos esperar que las micros se detuvieran efectivamente ahí (Como sucede en las ciudades civilizadas del mundo). Y, ya soñando con el uso de GPS, estas mismo micros podrían indicar en qué paradero van y cuales son los paraderos que siguen.

Todo eso podría pasar, si en vez de inaugurar paraderos nuevos como eventos aislados, nuestras autoridades destrabaran la licitación del Plan de Transporte Metropolitano de Valparaíso, la que lleva 8 años de atraso (Pero claro, si se cae la licitación del Transantiago, es noticia en radios, televisión y prensa de alcance nacional. Opinan ex ministros y personeros políticos de todos los colores.)

Es necesario que nuestras autoridades entiendan que requerimos un transporte público de calidad. Esta es la única forma de desincentivar el uso de automóviles. Y, además, de mejorar sustancialmente la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. El desarrollo de un país no se mide tanto por la cantidad de autos, como por sistemas de transporte público modernos y eficientes.

Nuestro deber como ciudadanos es insistir en que no nos basta con paraderos inorgánicos y que requerimos con urgencia un Plan de Transporte Metropolitano de Valparaíso que responda a las necesidades actuales de la ciudad.


Hernán Castro Dávila
Valparaíso, Chile
22 de abril del 2018

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