viernes, 4 de octubre de 2013
La hermosa Florencia
Florencia nos recibió en la Estación de Trenes, nos invitó a caminar por sus calles estrechas de adoquines y nos abrazó en un pequeño hostal ubicado a pasos del centro histórico de la ciudad. Sobre la cama de nuestra habitación había una gran fotografía que nos mostraba esa enorme estructura ovalada que se eleva sobre los techos rojizos y que se ha transformado en una emblema de esta ciudad italiana. Dejamos nuestras maletas, descansamos un momento y salimos a recorrer.
Las vitrinas de las tiendas anunciaban los "Saldi" por final de temporada. Las botas, las chaquetas y las carteras se peleaban por llamar la atención de los turistas que transitaban por las estrechas calzadas. Las fiambrerías se intercalaban con jugueterías, cafés, almacenes y heladerías. Entonces, emergiendo en medio de todo, apareció la catedral de Florencia con sus colores estridentes, su tamaño espectacular y, sobre todo, la espectacular cúpula de Bruneleschi. Extasiado, levanté la mirada, respiré profundo y disfruté del hermoso espectáculo.
Seguimos avanzando y llegamos hasta la Piazza dilla Signoria. Ahí nos encontramos con el Palacio Vecchio y un sinnúmero de esculturas, entre las que destacaba la réplica del David de Miguel Ángel, el Rapto de las Sabinas -de Juan Bolonia- y Perseus -de Benvenuto Cellini-. Pensar que por estas mismas calles anduvieron Dante Aliguieri, Miguel Ángel, Nicolás Maquiavelo y Rodolfo Marconi. El infierno, la creación, la idea del príncipe y la mismísima radio surgieron al mundo desde esta ciudad italiana.
Bordeamos el Museo de los Uffizi -un verdadero tesoro enclavado en medio de Florencia, donde descansan obras de Botticheli, Miguel Ángel, Rafael y Leonardo Da Vinci-, y llegamos al Ponte Vechio. La gente circulaba en todas direcciones. Algunos se detenían a observar las joyas en las vitrinas, otros simplemente caminaban distraídos y otros se paraban en medio del puente para observar al río Arno y sacarse algunas fotografías.
Sin darnos cuenta la noche cayó sobre Florencia. Nos devolvimos sobre nuestros pasos, pero esta vez en lugar de ir hacia la Catedral, doblamos hacia Santa Croce. Para nuestra sorpresa nos encontramos con una feria de chocolate... ¡Había de todos los tipos! En ramas, con formas de tuercas, con almendras, en torta y derretido. Aquella noche cenamos tuercas de chocolate con chocolate caliente. Una delicia. El frío pasó y una sonrisa café se dibujó en nuestros labios.
Florencia es un pequeño paraíso de arte, cafés, fiambrerías, vinos y chocolates. Con razón Dante escribió sobre el Infierno cuando lo exiliaron de esta hermosa ciudad. La misma que ese día nos recibía de brazos abiertos, llena de rincones e historias por descubrir.
Crónicas: La hermosa Florencia, Ascenso al Duomo de Bruneleshi.
Fotos: Álbum de Florencia.
Aproximación Literaria: "Inferno" de Dan Brown, Cita de Pablo Neruda.
Flickr: Florencia, Italia, Centro histórico de Florencia.
Pinterest: Florencia, la cuna del Renacimiento.
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