Conoce la experiencia de Fundación La Iguana, una ONG preocupada por preservar la fauna endémica de Ecuador en espacios urbanos y que cuenta con más de 400 voluntarios.
Rosibel Montiel vive en Guayaquil, tiene 23 años y estudia derecho. Desde pequeña se ha sentido conectada con la naturaleza. En 2014 comenzó a investigar sobre las especies de flora que estaban en peligro de extinción en Ecuador: "Mis padres tienen una casa de campo con un terreno grande y decidí empezar a sembrar estas especies con la finalidad de salvar los árboles nativos y endémicos del país".
Cuando estaba en eso, Rosibel vio por Instagram una conferencia de Andrea Fiallos sobre Fundación La Iguana. Ahí vio que el principal objetivo de esta organización es devolver la identidad botánica al Ecuador y motivar a la comunidad al cuidado del medio ambiente. Le gustó la idea, vio que necesitaban voluntarios y se sumó a la iniciativa.
Fundación La Iguana nace con el deseo de hacer cambios en la ciudad de Guayaquil. Los constantes recuerdos de las avenidas llenas de arboles y majestuosos manglares, se convirtieron en la principal motivación que llevo a Andrea Fiallos a querer iniciar un proyecto para devolverle la identidad botánica a su ciudad y al país. La fundación se creó el 2012 y realizó una primera siembra de árboles. El 2015 esta idea tomó mayor fuerza y este sueño se convirtió en un proyecto compartido.
¿Quiénes forman parte de la fundación?
"Fundación la Iguana está conformada por 30 líderes y alrededor de 400 voluntarios a nivel nacional, los cuales donan su conocimiento y tiempo para realizar las diferentes actividades que tenemos como organización".
¿Cuáles han sido sus principales acciones?
"En la actualidad tenemos nuestra campaña 'Sembrando una Ciudad' que se encarga de la reforestación urbana: Sembramos árboles y arbustos, nativos y endémicos, en las principales avenidas de las ciudades".
Para Rosibel Montiel, "Sembrando una Ciudad" es una iniciativa práctica que busca el involucramiento de las personas, comunidades, instituciones públicas y empresas privadas, para que juntos desarrollen y ejecuten una solución concreta que reduzca los riesgos que genera el calentamiento global en el planeta.
¿Qué planes tienen a futuro?
"Estamos próximos al lanzamiento de dos libros: uno para adultos y otro para niños. En ellos se muestran los arboles endémicos, nativos e introducidos que existen en Ecuador y la importancia de los arboles en nuestro país. Aparte de esto iniciaremos nuevas campañas ecológicas a nivel educativo dirigido a diferentes entidades; seguiremos con nuestra campaña "Sembrando una Ciudad" hasta alcanzar nuestra meta del millón de arboles para Ecuador. Cabe recalcar que cada uno de estos árboles son protegidos y con esto aseguramos su tiempo de vida".
Fundación La Iguana no trabaja sola. Cuenta con alianzas y convenios con ONGs en Estados Unidos y México. "Esperamos seguir sumando fuerzas para cuidar nuestra tierra, la cual es la casa de todos" cuenta Rosibel.
¿Qué rol cumplen las organizaciones no gubernamentales en Ecuador?
"Las ONGs han sido un pilar importante en la vida republicana del Ecuador, aunque hay muchas ONGs que no han seguido funcionando con normalidad debido a la falta de recursos económicos. La fuerza del voluntariado a pesar de ciertas limitaciones que puedan existir han impulsado a que diferentes iniciativas continúen su crecimiento. Ecuador tiene un alto grado de participación de voluntarios sobre todo a nivel juvenil, siendo esto un pilar para el desarrollo de nuestras comunidades y siendo altamente valorado a nivel social".
¿Qué es lo que mas me gusta de esta iniciativa?
"Me encanta la idea de generar cambios en un país, creo que si algo no nos gusta debemos actuar para que esto cambie. El saber que todo lo que hacemos hoy genera cambios positivos y que estos cambios llegaran a verlos mis hijos, nietos y bisnietos es lo que me motiva a seguir. De todos los voluntariados este tuvo algo especial porque pude entender que si cuidaba a la naturaleza estaba asegurando un mundo mejor, estaba asegurando un futuro para mis descendientes. No ha sido fácil, pero es posible.
Generar cambios positivos, siempre es posible".
Fundación La Iguana en redes sociales:
Correo: fundacionlaiguana@gmail.com
Texto: Hernán Castro Dávila
Fotografías: Fundación La Iguana
Valparaíso, 12 de julio del 2016