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| Starbucks San Martín, Viña del Mar, Chile |
Descubrí los cafés de Viña del Mar ante la necesidad de contar con un lugar para estudiar y que se ubicara en el trayecto desde la
Estación Miramar al
Gimnasio Cuerpo y Mente, en la calle
8 Norte de
Viña del Mar. Este era el recorrido que hacía por las tardes después del trabajo en la universidad. Los cafés se transformaron en un lugar ideal para recuperar energía a punta de capuchinos, cortados y alguna masa dulce con manjar o chocolate.
Así descubrí el
Starbucks, el
Mc Café y el
Tavelli. En ellos me refugié para leer y escribir sobre comunicación.
Con el paso de los meses, la parada en los cafés se transformó en costumbre. Terminé el Magíster en Comunicación y continué visitándolos para leer antes de ir al gimnasio a quemar el estrés del día a día.
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| Café Libertad, Viña del Mar, Chile |
Cuando partí mi curso de inglés cambié el punto de referencia hacia la
Avenida Libertad. Dejé las grandes cadenas de café y descubrí dos pequeños boliches: el
Café Cinema y el
Café Libertad. En ellos llené gran parte de los ejercicios de mi libro de inglés, antes de ir a la clase virtual en
Wall Street Institute.
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| Un café en el cerro Concepción |
Terminado los cursos continué yendo a los cafés. Amplié mi circuito a Valparaíso, entre la Plaza Aníbal Pinto y el cerro Concepción. Sin cursos ni estudios de por medio predominó la lectura, el descanso y la escritura. Estos fueron mis motivos centrales para hacer un alto en el ajetreo diario y disfrutar una taza de este líquido estimulante junto a otras personas desconocidas, en locales que cambian de sabor, decoración y tiempos de atención.
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| Café Tortoni, Buenos Aires, Argentina |
En nuestros viajes los cafés forman parte esencial de la aproximación a la vida de la ciudad:
El Tortoni en
Buenos Aires,
Garrota de Ipanema en
Río de Janeiro y
Le Banneton en
Luang Prabang son sólo algunos de los lugares que hemos tenido la suerte de conocer.
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| En casa :) |
Mucho más cerca, en la terraza de nuestro departamento contamos con una pequeña mesa de ratán y dos sillas, que sumada a la cafetera que nos regaló Armin años atrás nos permite recrear el refugio cafetero dentro del hogar.
Fotografías de cafés en Flickr
