Un sueño hecho realidad |
A los 16 años sólo quería tomar mi mochila y partir. Eso hice en avión desde Punta Arenas a Puerto Montt, luego a dedo entre Puerto Montt y Viña del Mar.
De ahí en adelante no paré. Primero por Chile (Desde San Pedro de Atacama a Quellón). Y luego por todo el mundo, desde Valparaíso hasta Hanoi, pasando por Bangkok, París, Venecia, Río de Janeiro, Lima y Buenos Aires.
Han sido viajes breves, de tres a seis días en cada lugar, pero han sido momentos inolvidables. Algo que de pequeño ni siquiera hubiese podido imaginar.
En el camino las cámaras fotográficas analógicas fueron reemplazadas por las digitales, los cuadernos por celulares y las fotocopias por blogs. Pero viajar sigue siendo lo mismo: Un deambular por paisajes y climas diversos, reconociendo olores recónditos e incorporando nuevos acentos. Experiencias que se proyectan a través de fotografías y escritos. Viajar es vivir. El resto de las cosas son prescindibles.