La ciudad maravillosa despierta cuando cae la noche. Grupos de jóvenes se reúnen a jugar fútbol en la playa, la gente pasea sobre la vereda en blanco y negro,o disfruta de una caipiriña en uno de los pequeños kioscos de la costanera. El tránsito no se detiene y los cantantes de samba amenizan la noche que sigue avanzando, mientras Río de Janeiro se prende de alegría y fiesta.
Hernán Castro Dávila
30 de agosto de 2016
Valparaíso, Chile