Páginas

jueves, 8 de mayo de 2014

4 días en Chiang Mai




Enclavada entre las montañas del norte de Tailandia, Chiang Mai es una hermosa ciudad colmada de templos budistas, librerías y cafés. El entorno rural, la relativa cercanía con las tribus de la montaña y la  posibilidad de compartir con tigres y elefantes la vuelven un destino muy atractivo para los turistas.
A la amabilidad tailandesa que conocimos en Bangkok, Chiang Mai sumó la tranquilidad y la espiritualidad de una ciudad más antigua y menos cosmopolita que la capital de Tailandia. La comida era igual de sabrosa y algo más condimentada; mientras que los productos de artesanía y la ropa eran mucho más variados -en diseño y colorido- y con precios más económicos de lo que vimos en Bangkok.
Buda en el jardín
Wat Phan Tao (Álbum de Chiang Mai y sus alrededores en Miradas Compartidas)
Buda de Wat Chedi Luang
Wat Chedi Luang (Álbum de Chiang Mai y sus alrededores en Miradas Compartidas)
Nuestro primer día en Chiang Mai nos dedicamos a recorrer los principales templos de la ciudad. Partimos por el más importante: el Wat Phra Singh. En este complejo, construido en 1.345, tuvimos la oportunidad de ver una ceremonia budista. Luego continuamos por tres templos más: el Wat Phan Tao, el Wat Chedi Luang y el Wat Chiang Man
El segundo día tomamos un tour para recorrer las inmediaciones de Chiang Mai. Comenzamos con una visita a una plantación de orquídeas y un criadero de mariposas. Luego descendimos un río en una balsa de bambú, paseamos en elefante y visitamos a las mujeres cuello de jirafa. Por la noche nos fuimos de compras al Sunday Walking Street, donde encontramos una gran variedad de artesanía, ropa y comida callejera.
Tiger Kingdom
Tiger Kingdom (Álbum de Chiang Mai y sus alrededores en Miradas Compartidas)
El tercer día subimos hasta una montaña, donde se encuentra uno de los templos más hermosos de Tailandia: El Wat Phra That Doi Suthep. Ascendimos por una escalera custodiada por unas enormes serpientes y llegamos hasta la cima, donde los fieles depositaban sus ofrendas ante las figuras de Buda, mientras los monjes recitaban mantras y realizaban sus bendiciones. Por la tarde fuimos hasta el Tiger Kindom, donde estuvimos con dos tigres, uno pequeño y otro grande. En el lugar pudimos acariciar a los enormes felinos, además de sacarnos fotografías.

El cuarto día regresamos al Wat Phra Singh, nos sentamos delante de Buda y aproveche de escribir algunos apuntes sobre el viaje. Luego volvimos al hotel, preparamos nuestras mochilas y partimos en tuk tuk al aeropuerto para tomar el avión a nuestro próximo destino: Luang Prabang, en el vecino país de Laos.
Chiang Mai nos conquistó por su espíritu tranquilo y reposado, su entorno exótico y sus deliciosas comidas. Si quieres conocer mejor el budismo y la cultura tailandesa, este es un lugar que debes visitar.