Los niños de Valparaíso crecen corriendo entre cerros y escaleras, juegan con volantines en primavera, pero también lo hacen con juegos de video. Disfrutan al recorrer la ciudad, aunque lo hagan poco. Como la mayoría de los niños y niñas de Chile pasan su vida cotidiana entre la casa y el colegio. Sólo que en Valparaíso el escenario es surrealista y esa rutina tarde o temprano se ve envuelta por los recovecos de las calles o las casas con vista a la bahía. Me encantó este mural que encontré en el cerro San Juan De Dios porque apela a esos niños. Y me gustó mucho más cuando dos chicos pasaron justo cuando tomé esta fotografía.
Hernán Castro Dávila
Valparaíso, Chile
24 de diciembre del 2017