Valparaíso debe ser la ciudad más representada de Chile. Cuadros, postales, canciones y películas registran desde las más diversas perspectivas el anfiteatro de cerros rodeando la bahía, sus estrechas calles y sus oníricos ascensores.
Es una gran fortuna poder vivir y trabajar en esta ciudad única. Caminar a diario por sus calles, ver pasar los trolebuses, disfrutar la vista desde la micro, subir y bajar escaleras todo el día. Cada rincón tiene su encanto y Valparaíso tiene tantos recovecos que es imposible conocerlos todos.
Vivo en el cerro Los Placeres, trabajo en Playa Ancha y hago clases en los cerros Larraín y Mercedes. A diario circulo por el Plan de la ciudad, atravesando los barrios Almendral y Puerto. Cuando me visitan amigos los llevo a caminar por los cerros Concepción, Alegre, Florida y Polanco.
En cada una de estas caminatas no dejo de sorprenderme con el gran caleidoscopio de rostros, casas, escaleras, murales, barcos, ascensores, gatos y perros. Siempre aparece una nueva perspectiva. Entonces tomo la cámara o el celular y hago una fotografía. Saco cientos de imágenes al año. ¡Y podrían ser muchas más!
Valparaíso invita al registro de imágenes, pero es una ciudad que debemos cuidar más. A los problemas de la pobreza, los incendios y los terremotos; se suma la codicia de capitales nacionales y extranjeros que están a punto de cambiar el rostro de la Joya del Pacífico para siempre. El Terminal 2 amenaza con tapar la vista de todo el sector patrimonial hacia la bahía con una muralla de contenedores, el puerto Barón será invadido por un Mall y en los cerros ya se ven gran cantidad de edificios en altura.
Amo Valparaíso. Caminar por esta ciudad me hace feliz. Pero también sufro cuando me encuentro con casas quemadas, paredes rayadas y nuevas edificaciones en altura. Así es la vida en el puerto. De dulce y agraz. Ruda y bella al mismo tiempo. ¿Te animas a conocerla?
En Apuntes y Viajes podrás acceder a mis crónicas y fotografías de Valparaíso. Además de una Guía para visitar la ciudad. Estás invitado.
Hernán Castro Dávila
Valparaíso, Chile
24 de octubre del 2017
Valparaiso es un amor que duele amigo, incluso los que no nacimos ahi vemos que parte de su encanto proviene de la precariedad de las viviendas y aun asi te roba el corazon, el paisaje y sobre todo su gente te hacen no querer irte nunca y aunque te duela siempre quieres volver— Ciudadano Promedio (@CiudadanoProme2) 22 de diciembre de 2017