La perfección arquitectónica de nuestras culturas precolombinas asombra por su belleza estética y armonía. El sentido de sus construcciones se relaciona con los ciclos de la naturaleza y los astros. Caminar entre las ruinas de Tiahuanaco emociona y traslada a una época de creencias tan distintas a las que tenemos hoy en este mismo continente. Lo bello de estas construcciones es que trascendieron el tiempo, ahora es tarea nuestra seguir investigando y rescatar el tesoro cultural que aquí se esconde. Viajar y fotografiar estos lugares es un primer paso.
Hernán Castro Dávila
31 de octubre del 2017
Valparaíso, Chile