Siempre he pensado que uno de los oficios más antiguos que se debe haber ejercido en
Valparaíso, incluso antes de que la ciudad se llamara así, es el de los pescadores. Recuerdo las ilustraciones de los libros de historia donde aparecía un chono maniobrando una embarcación elaborada con cuero de lobos marinos. La pesca, la recolección y una incipiente agricultura debiesen haber sido las actividades que predominaban en esta zona antes de la llegada de los españoles.
Cuando troto por la bahía y siento el vuelo rasante de las gaviotas sobre mi cabeza y veo a lo lejos un grupo de lobos marinos imagino aquella época remota y solo los veo a ellos: los pescadores.
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Caleta Portales |
Quinientos años después, rodeados por una gran ciudad y conviviendo con un puerto, dos caletas alojan a los herederos de este oficio ancestral. Hombres de piel curtida y manos gruesas. Sus embarcaciones descansan bajo enormes construcciones de cemento. Una paradoja, pues cuando las caletas crecieron, el recurso del mar fue desapareciendo. Cambio climático, sobre explotación y cuotas de captura que favorecen a los grandes industriales explican la paradoja de que teniendo un océano delante de nuestras costas, nos estemos quedando sin peces. Hoy la mayoría de los pescados que se consumen en la zona provienen del sur. Todas las mañanas llegan los camiones cargados para vender los pescados en las caletas.
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Misa en festividad de San Pedro |
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Fiesta de San Pedro. Cerro Placeres |
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Fiesta de San Pedro. Cerro Placeres |
Estos mismo hombres son los que vi dentro de la
iglesia de Lourdes. Serios observaban la prédica del sacerdote, mientras afuera las mujeres vestían ropa colorida, los jóvenes preparaban sus máscaras y los instrumentos de una banda escolar todavía descansaban todavía en el piso.
Muy cerca del equinoccio que pone fin al otoño y da inicio oficialmente al invierno se celebra la
fiesta de San Pedro, el patrono de los pescadores. Para festejar se realizan misas y procesiones en torno a las dos caletas de
Valparaíso:
El Membrillo y
Portales.
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Fiesta de San Pedro en cerro Los Placeres |
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Fiesta de San Pedro en cerro Los Placeres |
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Fiesta de San Pedro en cerro Los Placeres |
Terminada la misa, la banda escolar se formó en la avenida Matta y comenzaron a tocar sus instrumentos. Detrás de ellos, la figura de San Pedro era cargada por el sindicato de pescadores. Más atrás venían los bailes tradicionales y las comparsas. Así avanzaba la procesión mientras algunos vecinos se asomaban a observar y otros se sumaban a la caminata.
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Fiesta de San Pedro en cerro Los Placeres |
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Fiesta de San Pedro en Caleta Portales |
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Fiesta de San Pedro en Caleta Portales |
Ya en la
avenida España, carabineros detuvo el tránsito y la procesión avanzó hasta una adornada
Caleta Portales, llena de banderas de colores y botes alegóricos para la ocasión.
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Yo, el Chelo, la Cata y Javierito |
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Los chinchineros |
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Pescado frito a las brasas |
De la íntima procesión del cerro, pasamos a una caleta repleta de personas. El ambiente era familiar y festivo. La caleta se viste para celebrar a su santo y son todos bienvenidos. Mientras las comparsas pasaban a saludar me encontré con el Chelo, la Cata y su hijo Javier. Fuimos en busca de un pescado frito. Tuvimos que esperar un buen rato, pero valió la pena. Por mil pesos comimos una rica merluza frita y además disfrutamos del espectáculos de los chinchineros.
Comido el pescado, me despedí de mis amigos y regresé cerro arriba, rumbo a mi casa. Estaba feliz, hace mucho tiempo que quería participar de esta fiesta.
Es en estos espacios de celebración popular donde más cerca alcanzo a estar de la religión y su sentido de trascendencia. La música, el baile y los colores son todo un rito que puede pasar desapercibido en este mundo acostumbrado a los efectos especiales, pero que si uno sabe apreciar, nos puede trasladar hasta hace quinientos años atrás, cuando en estas fechas probablemente se celebraba el inicio de un nuevo ciclo agrícola, en lo que hoy llamamos "año nuevo indígena". A partir de esta fecha los días se comienzan a hacer más largos y los árboles dejan aparecer sus primeras flores con miras a la primavera.
Las calles estaban vacías cerro arriba y en mi cara se dibujaba una gran sonrisa. Acababa de estrechar un nuevo lazo con mi tierra y mi gente. Pronto les retribuiría mi cariño con mi oficio: la escritura y la fotografía.
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