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Mausoleo de Ho Chi Minh |
Hoy visitamos el
mausoleo de Ho Chi Minh. Para ingresar debimos rodear todo el área colindante al mausoleo. Si bien no había rejas, los militares se encargaban de recordar que no está permitido el paso. Luego de caminar un par de kilómetros a la redonda llegamos hasta la entrada principal, donde dejé mi mochila en custodia e iniciamos una larga fila de espera, en compañía principalmente ciudadanos vietnamitas, todos arreglados para la ocasión.
El ambiente era muy marcial. Dentro del recinto el silencio era total. Ingresamos a la sala mortuoria y nos encontramos con el líder vietnamita dentro de un sarcófago de vidrio, rodeado por seis soldados de blanco y flanqueado por las figuras en piedra de la hoz, el martillo y la estrella representadas en la pared. El paso era lento, pero en ningún momento nos detuvimos.
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Museo de Bellas Artes de Hanoi |
De ahí hicimos una parada en un café y luego seguimos caminando hasta el
Museo de Bellas Artes. El lugar era una hermosa mansión de estilo europeo y en su interior contenía una completa colección arte vietnamita, desde periodos muy antiguos hasta obras más contemporáneas. Una visita al museo es muy útil para tener una visión general de representaciones religiosas relacionadas al budismo, pero principalmente para hacerse una idea visual del pueblo de
Vietnam: la vida en el campo, la guerra, la revolución y
Ho Chi Minh.
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Templo de la Sabiduría |
Tras tanto caminar nos dio mucha hambre, así es que partimos en busca de un
Pho para reponer energía. Luego de almorzar fuimos hasta el
Templo de la Literatura. El lugar estaba repleto de gente, entre familias vietnamitas, fieles a
Confucio y turistas. El espacio era muy bello y la arquitectura una reflejo del
Vietnam de hace un milenio atrás: techo de tejas con bellas formas, figuras de peces y dragones, jardines y piscinas. En los patios del templo habían tortugas de piedra que sostenían placas de texto en alguna lengua oriental. Dentro de los templos habían figuras de
Confucio,
Chu Ván An,
Le Thánh Tóng. A su alrededor las personas oraban, prendían inciensos y dejaban billetes generando una atmósfera de fe y devoción.